martes, 6 de septiembre de 2016

Más bohemia que el propio París.


Más bohemia que el propio París.
Labios carmín, rojo.
El corazón desarmado.
El pelo le cae sobre hombro
y se apoya en su clavícula
para envidia de todos.



Bolso del color del carmín
Y vestido, siempre vestido.
Esta vez negro,
Como ese sombrero bohemio
que solo le queda bien a ella.





Media manga,
Un libro en el bolso.
El otoño en la mirada.
Y las manos cargadas de arte.



Ella es la flor

que creció en pleno asfalto

en la ciudad de Madrid.



La flor que desafió a la gran ciudad.

Una mirada suya.

Allí plantada en una calle de Malasaña

valía más que todos los versos

que se pudieran escribir.



Ella seguía creciendo desbocada

y melódica como un blues.

Llena de luz

como un baile en medio de un bar sin nadie

o una cerveza en verano.



C'est la petite fille.
C'est ma petite fille.



La chica más bohemia,
Siempre quiso ser Madrid
Y no París.

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