lunes, 21 de abril de 2014

Y no es que ser poeta sea tener miedo.






Y no es que ser poeta, sea tener miedo
Es que temer al alba cada mañana es cosa mía
Es que un poeta, que sería sin miedo
Que miro a la ventana y temo.

Temo que no aparezcas, que yo no aparezca
O que nos encontremos.
Y si nos encontramos, que no sea por estar solos
Que sea por conocernos, que sea por sentirnos juntos.

Pero aunque no te encuentre cada mañana
Seguiré pegado, Dios mediante, a esta ventana
Que es mi tortura o mi alivio
Que es mi poesía en un vidrio
Que es un trozo de papel volando
Mecido por el viento
Rugiendo al deseo de poseerte.

Y no es que tenga miedo de mí,
Es que tengo miedo de ti.
Tengo miedo de que al final aparezcas.
Y me quede mudo, otra vez.