Llueve gota a gota. Incesante, tedioso, inexcusable,
ambiguo, monstruoso, efímero. Porque no hay nada más efímero que una gota,
resbalando en la ventana.
Un te quiero, un te quiero dicho con prisa. Eso es más
efímero. Los te quiero que dices sin pensar con una media sonrisa después de un
beso. Esos no, esos no son efímeros. Vale un poco si, pero duraban un tiempo
que era fabuloso y luego te relamías pensando en ese beso…
Yo me refiero a los te quieros que dices por inercia.
Esos... Esos son efímeros y dañinos. Son te quieros que se clavan en cada verso
desgarrando la hoja como desgarra poco a poco el alma. Esos te quieros dañan el
corazón. Y que no sea un corazón herido, porque entonces los surcos de las
heridas ya echas serán como una guía para volver a hacer daño al corazón.
"Llueve gota a gota. Incesante, tedioso, inexcusable, ambiguo, monstruoso, efímero. Porque no hay nada más
ResponderEliminarefímero que una gota, resbalando en la ventana."
Te juro que estas frases me enamoran.
Y tienes toda la razón con la comparación.
Yo también me quedo con la primera estrofa. Cuando empiezas a nombrar los te quiero me pierdo un poco. Creo que no consigo entenderte en esta entrada. Pero bueno, por una tampoco pasa nada :)
ResponderEliminarSeñorita Invierno algún día te explicare el porque de este texto :D
EliminarMe parece correcto :)
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